EL ESPECIALISTA EN RELACIONES ECONÓMICAS INTERNACIONALES FÉLIX PEÑA CONSIDERÓ QUE EL MERCOSUR “DEBE ADAPTARSE A LAS NUEVAS REALIDADES” DE LA ECONOMÍA GLOBAL Y “NO QUEDARSE EN EL PASADO”, POR LO QUE EXHORTÓ A QUE SUS PAÍSES MIEMBROS PUEDAN SACAR VENTAJA DE LA PARTICIPACIÓN CONJUNTA EN LA PRODUCCIÓN Y DESARROLLO DE RECURSOS ENERGÉTICOS, DE PETRÓLEO Y GAS, MINERÍA Y ALIMENTOS.
“En este mundo de múltiples opciones, donde nadie está pegado a nadie, en una sinergia pública-empresarial y auxiliados por facilitadores, los países del Mercosur pueden sacar ventajas de manera conjunta, sin que nada afecte la ‘calidad del barrio’“, dijo Peña al aludir que ningún país del bloque sureño aceptará alternativas que afecten a la región.
Peña fue uno de los expositores del encuentro denominado “Una perspectiva sobre las negociaciones comerciales interregionales y sus impactos en las estrategias de integración de América Latina”, durante la décimo novena convención del International Consulting Group (ICG), entidad que agrupa a 19 estudios de abogados y contadores de iberoamérica.
En materia de comercio internacional, Peña consideró que la Organización Mundial del Comercio (OMC) está “relativamente paralizada” y el mundo se maneja en una suerte de “clubes privados de comercio” que son discriminatorios en cuanto a los países que no pertenecen a esas agrupaciones.
Para Peña hay tres factores que influencian en el rediseño del sistema de comercio internacional, entre los que incluyó la proliferación de protagonistas relevantes y un retorno a la geopolítica, con un fuerte surgimiento de clases medias en todo el mundo.
Citó como otro factor a la incidencia de los cambios tecnológicos en la conectividad de los países y la revolución de nuevas formas de comerciar como la surgida con el uso de containers.
También nombró como otro factor que afecta al intercambio internacional la fragmentación de la producción y el comercio en cadenas de valor de alcance global y regional, y ejemplificó a los productos que son hechos con diversos elementos provenientes de diferentes partes del mundo.
Sostuvo que la lógica de las relaciones comerciales internacionales se manejan por “el poder, la economía y la ley” y afirmó que en los mega acuerdos preferenciales de comercio que funcionan a través de “clubes privados” de países en los que “la clave está en los países en que no son invitados” a participar de esa transacción comercial. “Estos clubes invitan cuando el menú ya está decidido y el diablo se esconde en la lecha chica”, graficó.
Respecto del Mercosur, sostuvo que este bloque comercial latinoamericano de 20 años de antigüedad “debe adaptarse a las nuevas realidades, volver a sus esencias y entender que ningún presidente de los países miembros va a aceptar ideas que afecten a la calidad del barrio”, dijo al expresar que nadie va a permitir situaciones que atenten contra la estabilidad política de la región.
Consideró que la propuesta comercial chilena basada en la idea de “convergencia en la diversidad” es la más inteligente del rediseño internacional ya que acepta el comercio dual y simultáneo ya sea orientado hacia el océano Atlántico como al Pacífico.
Al preguntársele sobre medidas concretas para dinamizar al Mercosur, aconsejó “debatir el tema en todos los ámbitos, sin importar que la discusión sea prolongada. Festejó que en los próximos meses se concreten reuniones de ministros de relaciones exteriores en Cartagena y en Santiago de Chile y aconsejó que en las tratativas comerciales se usen facilitadores que ayuden a articular acuerdos».